En la sociedad actual, existen diferentes visiones hacia el futuro que se reflejan en la actitud que las personas adoptan frente a los cambios y avances que se presentan. En este sentido, encontramos dos posturas claramente definidas: los inmovilistas y los aperturistas. Los inmovilistas son aquellos que se resisten a cualquier tipo de cambio y prefieren mantener las cosas como están, temiendo los posibles riesgos y consecuencias que podrían surgir. Por otro lado, los aperturistas son aquellos que abrazan los cambios y ven en ellos una oportunidad de crecimiento y desarrollo. A continuación, analizaremos en detalle estas dos visiones opuestas y sus implicaciones para el futuro de nuestra sociedad.
¿Quiénes son los aperturistas?
Los “aperturistas” eran un grupo de políticos dentro del régimen franquista que abogaban por una gradual apertura política y social en España durante la década de 1960. Su objetivo principal era modernizar y liberalizar el país para adaptarlo a los nuevos tiempos y a las demandas de la sociedad.
Los principales representantes de los aperturistas eran tres ministros del gobierno franquista. Manuel Fraga Iribarne, ministro de Información y Turismo, fue uno de los impulsores de la apertura hacia el exterior a través del turismo. Fernando María Castiella, ministro de Asuntos Exteriores, abogaba por una mayor apertura diplomática y el establecimiento de relaciones con otros países. José Solís Ruiz, ministro-secretario general del Movimiento y delegado nacional de Sindicatos, promovía la modernización del sindicalismo y la apertura hacia una mayor participación de los trabajadores en la toma de decisiones.
Estos aperturistas intentaron introducir reformas dentro del régimen, como la Ley de Prensa de 1966 que permitía mayor libertad de expresión, o la Ley de Asociaciones Políticas de 1974 que permitía la existencia de partidos políticos. Sin embargo, estas reformas fueron insuficientes y no lograron satisfacer las demandas de cambio de la sociedad española, lo que eventualmente llevaría a la transición a la democracia tras la muerte de Franco en 1975.
¿Cuáles son las tres etapas del franquismo?
Desde el punto de vista político, el franquismo se divide en tres etapas principales. La primera etapa, conocida como la etapa azul o de predominio falangista, abarcó desde 1939 hasta 1945. Durante este periodo, el régimen se caracterizó por la dominación de la Falange Española, el partido político fundado por José Antonio Primo de Rivera, y por la represión de cualquier forma de oposición política. Durante esta etapa, se estableció un sistema político autoritario y se llevaron a cabo políticas de autarquía económica.
La segunda etapa del franquismo, conocida como el nacional-catolicismo, tuvo lugar desde 1945 hasta 1957. Durante este periodo, el régimen se apoyó en la Iglesia Católica como uno de sus pilares fundamentales. Se promovió una política de identificación entre el catolicismo y el nacionalismo español, y se fomentaron políticas conservadoras en materia social y cultural. Además, se llevó a cabo una apertura económica y se establecieron acuerdos con países extranjeros.
La tercera etapa del franquismo, conocida como el desarrollismo, tuvo lugar desde 1957 hasta 1969. Durante este periodo, se impulsó un modelo económico basado en el crecimiento industrial y en la apertura al exterior. Se llevaron a cabo importantes reformas económicas y se promovió la inversión extranjera. Sin embargo, también se mantuvo la represión política y la falta de libertades democráticas.
Finalmente, la última etapa del franquismo, que abarcó desde 1969 hasta 1975, se caracterizó por la crisis del régimen. Durante este periodo, se produjo una lenta apertura política y se llevaron a cabo reformas políticas y económicas. Sin embargo, la muerte de Franco en 1975 marcó el fin del franquismo y el inicio de la transición hacia la democracia.
¿Qué régimen político había en España en 1962?
En 1962, España estaba bajo el régimen político del franquismo. El franquismo fue una dictadura establecida por el general Francisco Franco después de la Guerra Civil Española en 1939. Durante este periodo, Franco ejerció un control autoritario y totalitario sobre el país, imponiendo su ideología política y reprimiendo cualquier forma de oposición.
En el segundo franquismo, también conocido como franquismo desarrollista, que tuvo lugar entre 1959 y 1975, se produjo un intento de modernización económica y apertura al exterior. Durante esta etapa, España experimentó un crecimiento económico significativo, impulsado por políticas de industrialización y desarrollo de infraestructuras. Sin embargo, este crecimiento se realizó bajo un sistema político autoritario y sin libertades democráticas, donde el poder estaba concentrado en manos de Franco y su régimen. Fue solo después de la muerte de Franco en 1975 que España inició la transición hacia la democracia.
¿Qué es el Movimiento de la Nación?
El Movimiento Nacional es la comunión de los españoles en los ideales que dieron vida a la Cruzada y constituyen el Movimiento social y político de esa integración. El origen del término se sitúa en los primeros años de la dictadura franquista. El Movimiento Nacional fue la estructura política y social que se estableció durante el régimen de Franco en España. Fue creado como una forma de unificar a los diferentes grupos y facciones que habían luchado en la Guerra Civil española.
El Movimiento Nacional se basaba en la ideología del franquismo, que promovía la unidad nacional, el corporativismo y el autoritarismo. El objetivo principal del Movimiento Nacional era mantener el control del poder en manos del régimen franquista y preservar la unidad y la estabilidad de España. Para lograr esto, se estableció una estructura jerárquica que abarcaba todos los aspectos de la vida política y social en el país.
El Movimiento Nacional tenía una organización piramidal, con Franco como su máximo líder. A nivel local, existían los Sindicatos Verticales, que agrupaban a los trabajadores y profesionales en diferentes ramas. A nivel regional, estaban los Consejos Provinciales, encargados de coordinar las actividades del Movimiento en cada provincia. Y a nivel nacional, estaba la Junta Política, que tomaba las decisiones políticas más importantes.